lunes, 15 de febrero de 2016

Vietnam 2013

Barco pesquero de Hoi An .

OJOS EN LA PROA , UNA ANTIGUA SUPERSTICIÓN : Cuenta una leyenda , que un gigantesco pez que vivía desde hacia siglos en el mar , tenia atemorizados a navegantes y pescadores impidiendoles alejarse de la costa . El pez tenia una boca tan grande que podía llegar a tragarse un barco incluso con diez tripulantes . Un hombre poderoso , mando construir un barco enorme para ir a la cueva de este gran pez y una vez allí , cuando este abrió su enorme boca le clavó un tridente y le mató . Para poder ayudar a la gente ordenó que pintaran en las proas de sus barcos dos grandes ojos para que a su paso por las aguas , asustara a los posibles monstruos que allí vivían .
Actualmente todos los barcos tienen pintados los dos ojos , incluso los de nueva construcción y dependiendo de la zona tienen formas diferentes . En el centro de Vietnam , como por ejemplo en Hoi An , los ojos son estrechos y afilados . En pueblos costeros al este de Ho Chi Minh , son ovalados y terminan en punta . En el sur , en la zona del río Mekong son ovalados , como se pueden apreciar en el mercado flotante del Delta del Mekong .

miércoles, 10 de febrero de 2016

Uganda 2015

Hembra de gorila de montaña en el Bosque Impenetrable de Bwindi P. N.

Habíamos llegado en 4x4 al Parque Nacional . Este bosque tiene más de 160 especies de arboles , más de 100 clases de helechos y otras muchas especies de flora y fauna , pero los verdaderos protagonistas son los aproximadamente 300 ejemplares de gorila de montaña .
Comenzamos a caminar rodeados de un verdor exuberante , al principio siguiendo una senda que abandonamos más tarde para internarnos entre la maleza tras el ranger que , con el machete , abría camino . Según pasaba el tiempo nos sentíamos más nerviosos . Después de dos horas y media caminando nos detuvimos . Por encima de las voces de los porteadores escuchamos el tamborileo de los puños del espalda plateada contra su pecho y , ¡ sí , ahí estaban ! No les veíamos pero podíamos oírles . Dejamos las mochilas y comenzamos a meternos en una zona con una vegetación muchos más espesa . En silencio avanzábamos sobre un suelo inestable de ramas rotas y , a los pocos pasos , de pronto ... ¡ estaban comiendo tranquilamente y , como si fuéramos invisibles , permanecían ajenos a nuestra presencia ! Fue emocionantísimo . Un macho , dos hembras y una cría comían y se movían agilmente cuesta abajo hacia un arroyo . Contemplarles tan cerca se convirtió en algo mágico que habíamos imaginado muchas veces pensando como sería , y fue muchísimo mejor , fue increíble .